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domingo, 9 de junio de 2019

EDUCACIÓN INCLUSIVA. EJEMPLO PARA ALUMNOS CON HIPOACUSIA.

Hoy en día, la integración de los alumnos con alguna necesidad educativa especial (NEE) en las escuelas ordinarias, se está viendo cómo la vía de una inclusión plena de todos los alumnos.

Legislativamente así lo plantea a LOMCE: 

En el artículo 71.1 lo que la LOMCE añade respecto de la LOE es lo siguiente: “Las Administraciones educativas podrán establecer planes de centros prioritarios para apoyar especialmente a los centros que escolaricen alumnado en situación de desventaja social.” 

Sobre el alumnado con dificultades específicas de aprendizaje, la LOMCE introduce esta novedad: 

Artículo 79 bis. Medidas de escolarización y atención. 
   1. Corresponde a las Administraciones educativas adoptar las medidas necesarias para identificar al alumnado con dificultades específicas de aprendizaje y valorar de forma temprana sus necesidades. 
   2. La escolarización del alumnado que presenta dificultades de aprendizaje se regirá por los principios de normalización e inclusión y asegurará su no discriminación y la igualdad efectiva en el acceso y permanencia en el sistema educativo. 

Para conseguir esto, muchas veces hay que enfrentarse a carencias económicas, de recursos y a unas ratios en las clases que dificulta la atención que cada alumno necesita. Esto se ve compensado la mayoría de las veces por el interés y esfuerzo del profesorado, comprometido con la integración de los alumnos. 

Con el objetivo de conseguirlo, es fundamental entre otros puntos la detección precoz, la colaboración entre los distintos profesionales del centro y con asociaciones que trabajan con personas con estas dificultades y una buena planificación de las actividades. 

Como ejemplo, quisiera poner algunas acciones llevadas a cabo en el un centro que es referente en alumnos con hipoacusia (perdida de capacidad auditiva). A pesar de la pérdida auditiva, el funcionamiento y el ajuste, espontáneos o con ligeras intervenciones, al medio oral habitual pueden ser normales. 
Las actuaciones con estos alumnos se basan en tres puntos: 
    a)  Detección de necesidades. Es el primer paso para conocer si algún alumno tiene problemas de audición o, si ya se ha localizado fuera del centro, conocer mediante evaluaciones logopédicas el grado y las posibles dificultades relacionadas con el lenguaje que presenta. 
    b)  Orientación familiar. Asesoramiento a las familias respeto a acciones que puedan facilitar el día a día al niño incluyendo asesoramiento audio-protésico. Se cuenta con la colaboración de la asociación de Sordos de Madrid para orientar e informar sobre la pérdida auditiva y recursos y prestaciones con las que se puede contar. 
   c) Educación inclusiva. Los alumnos se encuentran en el mismo aula que el resto de compañeros, pues se apoya la educación inclusiva de todos los alumnos. Para ello se realizan las acciones necesarias para su correcta evolución. Algunos puntos son: 
          o Orientación de las sillas en forma de U. El objetivo es que puedan tener contacto visual con todos los compañeros y poder facilitar la comunicación entre ellos. 
          o Acciones del profesorado. Mediante sesiones de los profesores con la responsable de audición y lenguaje del centro, se les forma y aconseja sobre comportamientos y tareas que facilitan la comunicación con estos alumnos (estar atentos a que el alumno no pierda el contacto visual con la cara del profesor cuando habla, realizar una correcta vocalización,...). 
         o Proceder a las adaptaciones curriculares oportunas para el buen aprovechamiento por parte de este alumnado. 
         o Plan de mejora de reducción del ruido. El objetivo es reducir el nivel sonoro del centro pues en contra de lo que pueda parecer afecta negativamente en este alumnado (además de al resto de niños). Para ello se llevan a cabo ciertas acciones como son: 

  • Organización de las filas de entrada y las subidas a las aulas con el objetivo de hacerlo con el menor ruido posible. 
  
  • Incorporar materiales en las patas de las sillas y mesas que mitiguen los chirridos. 
 
  • Dar premios colectivos a las clases más silenciosas. 
 
  • Incluir en alguna sesión de Ciencias Sociales actividades que sensibilizan contra el ruido.


También se debe tener en cuenta el valor que se da a la reducción de los ruidos y la mejora de la convivencia entre todos, teniendo en cuenta las características de todos los alumnos (hipoacúsicos, alumnos con autismo,...). En base a estos aspectos se han desarrollado dos interesantes proyectos:

 a) Nueva zona de recreo. En la Biblioteca, cuya puerta de entrada está presidida por el cartel “Un lugar de encuentro”, se ha dotado una zona para que un grupo reducido de alumnos pueda disfrutar de un espacio más calmado y estructurado. El objetivo es ofrecer una respuesta educativa más ajustada a las necesidades de los alumnos durante el recreo.
Los principales destinatarios del proyecto son alumnos del espectro autista y con hipoacusia, aunque no se cierra la posibilidad a que otros alumnos acudan a esta área. Se considera que estos alumnos se encuentran más a gusto con unas actividades más dirigidas y tranquilas, situación que no se da en las jornadas habituales de recreo. Los grupos serán reducidos, en torno a 15 alumnos. Cada uno de los días de la semana se dedica a una actividad específica, que serán anunciadas en la puerta de entrada. Los tutores en sus clases serán los encargados de explicar a los alumnos la creación de esta zona, su funcionamiento y cómo acceder a ella. Además se ha ofrecido la posibilidad de que algún alumno más mayor pueda acudir como voluntario para supervisar y amenizar las actividades. Ha acudido algún alumno que en clase está menos activo o participativo y aquí encuentra una zona donde puede participar y sentirse más valorado. Por lo tanto para ellos también es una actividad integradora y de mejora de su autoestima.

b) Organización de las nuevas zonas de recreo. En el recreo se ha detectado que hay cierto descontrol y quizás excesivos ruidos. Por ello se ha divido el patio en 6 zonas y en cada una de ellas se realizarán un tipo de juegos diferentes:
    -  Zona pasillo comedor. En esta área habrá juegos pintados en el suelo. 

    -  Zona Pérgola. Habrá juegos de suelo (oca, parchís, etc.,..). 

    -  Zona del gimnasio. Con cubos y palas. 

    -  Pista de Baloncesto. Área con juego libre sin material. 

    -  Pista fútbol. Para jugar a futbol. 
 
    -  Zona junto valla parking. Con cuerdas y gomas de saltar.

 Como podemos ver, las acciones a realizar para trabajar con todos los alumnos inclusivamente, conllevan distintas acciones globales. No es únicamente la adaptación curricular, sino medidas en el día a día de la clase, en espacios exteriores como son los pasillos y recreos y actuación de personal tanto del centro como externo a el (familiares y asociaciones)
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