Durante este mes la UNED ha cumplido 50 años. Además de felicitarla, me gustaría compartir mi experiencia con dicha Universidad para animar a aquellos que están indecisos a matricularse en ella.
La primera vez que me matriculé en ella fue en los años 90. Ha llovido desde entonces. Estudié Económicas. Hace menos, ya en la década de los 2010, realicé los estudios del Grado de Pedagogía. Entre medias unos cuantos años y, lógicamente, la Universidad había evolucionado como la sociedad. De basarse únicamente en el estudio de los libros de texto y en casos excepcionales la entrega de un trabajo en el centro asociado, habíamos pasado a los foros para compartir dudas o comentarios, entrega de trabajos por correo a los tutores,… Aún así, el estudio del material escrito seguía siendo importante y base fundamental para sacar las asignaturas. Esos exámenes en salas enormes con un montón de compañeros de tu carrera o grado y de otros estudios distintos intentando plasmar las respuestas en una hora y media.
Pero lo que no cambió, al menos es mi experiencia, es la importancia de los centros asociados y de los profesores/as tutores/as y el contacto con otros compañeros/as.
Aunque algunos profesores, tanto en los 90 como ahora, se quejaban de sus condiciones laborales, durante sus dos horas de tutoría hacían todo lo posible por explicar la materia, por resolver tus dudas y plantear debates interesantes. Este último punto lo aprecié mucho en mi segunda carrera. Durante la primera, lo que quería era obtener el título y consideraba que había que aprovechar al máximo la tutoría y el salirnos a veces del temario podía irritarnos. En la segunda, cuando se estudia más por curiosidad, por placer, por interés, aprecias mucho más estos debates, este ampliar conocimiento aunque no entre en el examen.
Además los profesores y profesoras no estaban disponibles solo esas dos horas. Si les mandaba un trabajo para revisar o cualquier duda, te contestaban de la mejor manera, haciéndome reflexionar, haciendo mejorar mi trabajo y mi interés por la materia. Por todo ello, hay que agradecerles su trabajo y esfuerzo.
Y otro punto importante es el contacto con compañeros. Aunque lo primero que pensamos al hablar de la UNED puede ser la soledad del estudiante, para mi ha sido fundamental el acudir al centro asociado y estar con otros alumnos con distintas edades, distintas experiencias, distintas inquietudes, con los que intercambias apuntes, reflexionas sobre la materia, sobre como lo aplican en su vida laboral, como conllevan estudios con trabajo y familia,… Realmente, nunca me he sentido solo y los compañeros han sido parte importante para obtener los dos títulos. Obviamente no es igual que en una Universidad presencial, pero que el grupo de compañeros sea mucho menos homogéneo que en el resto de Universidades, lo considero un punto a favor de la UNED.
Por todo ello, solo queda felicitar a mi Universidad y a todos los que trabajan en ella y acercan los estudios y formación a quienes desean estudiar en ella, bien por considerarla la mejor opción, bien por no poder acceder o seguir los estudios en una presencial.
Feliz 50 aniversario y que cumplas muchos años más.
