El 1 de Octubre de 1910 nacía la
Residencia de Estudiantes de Madrid en la calle Fortuny. Partía siguiendo
los principios y la labor iniciada por la Institución Libre de Enseñanza,
nacida en 1876 y creada por un grupo de catedráticos entre los que se
encontraban Giner de los Ríos y Gumersindo de Azcárate
La residencia tuvo como director
a Alberto Jiménez Fraud y en 1915 se traslado a su actual
ubicación en la calle Pinar, conocida como la Colina de los Chopos. Sus
primeros residentes procedían de las clases sociales medio-altas, pero posteriormente
intentó abrirse a todos. En la calle Fortuny se quedo la residencia de
señoritas, dirigida por María de Maeztu
.
La creación de dicha residencia
tuvo como objetivos la creación de un lugar abierto al intercambio de ideas, a
la investigación y la ciencia. Se pretendía fomentar un intercambio
intergenaricional e interdisciplinariedad. Para conseguir estos objetivos se
fomentaron las excursiones y visitas a museos, las conferencias de
personalidades tanto españolas como extranjeras, importancia del deporte y la
música para la formación personal. Tuvieron mucha importancia sus laboratorios,
donde se formaron entre otros Severo Ochoa.
Se creó la figura de los tutores
o “dones” que ejercían una orientación personalizada a los residentes. Entre
estos tutores estaban José Ortega y Gasset, Miguel de Unamuno, Juan Ramón
Jiménez o Manuel de Falla.
Cuando pensamos en residentes los
primeros que vienen a la mente son Lorca, Dalí y Buñuel. Pero no hay que
olvidar que por esta residencia pasaron 4 premios Nobel: Ramón y Cajal, Severo
Ochoa, Juan Ramón Jiménez y Vicente Aleixandre (4 de los 7 premios Nobel españoles nacidos antes de 1936).
Como conferenciantes pasaron
gente de la talla mundial de Albert Einstein, Marie Curie, J.M. Keynes.
En la residencia de señoritas se
alojaron un número importante de mujeres extranjeras, sobre todo
norteamericanas, lo que fue un hecho importante para la entrada de nuevas ideas
y culturas. En esta residencia fueron profesoras entre otra María Zambrano o
María Goyri.
En 1936 la guerra Civil además de
destruir vidas y familias, lo hace con numerosos proyectos y este fue uno de
ellos. Durante la misma, se consiguió poner bajo protección diplomática y sirvió
de refugio para personas como Ortega y Gasset. Con el final de la guerra, paso
a ser residencia de Investigadores del recién creado Centro Superior de
Investigaciones Científicas (CSIC) y el auditórium convertido en iglesia.
En 1986 se produjo una
refundación de la residencia, aplicándose de nuevo de su nombre original y
empezando de nuevo una labor de intercambio cultural y de debate.
Actualmente hay una exposición “100% residencia: una tradición recuperada”
con la que se puede conocer un poco más su historia. Asimismo existe la
posibilidad de realizar visitas guiadas a este espacio único.
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