En España, según datos del
Ministerio daban para 1931 la existencia de 35.716 escuelas que atendían a
1.800.000 niños y un déficit de 27.151 escuelas cuya creación era urgente para
escolarizar a 1.697.000 niños en edad escolar. A esto había que añadir que el analfabetismo
en 1930 tenía unas cotas altísimas: entre el 42,64 y el 44,47 de los mayores de
10 de diez años.
Además, siguiendo datos del INE,
en los años 20, de una población en
torno a los 20 millones, más de 12 millones Vivian en poblaciones de menos de
10.000. De ellos, algo más de 4 millones trescientos mil en poblaciones de
menos de 2.000 habitantes. Tengamos en cuenta los medios de comunicación y la
situación económica de los años 30, por lo que concluiremos que una grandísima parte
de la población española no tenía acceso a la cultura: ver una representación
teatral, ver un cuadro, conocer un cine,…
En Abril de 1931, se instauró la
Segunda República. Y la cultura y la educación sería una de sus batallas
principales. Esto se veía reflejado en su constitución, la importancia dada al
maestro y su formación, y la creación de escuela.
Pero me centraré en la creación
de las denominadas Misiones Pedagógicas
organizadas por decreto de 29 de Mayo de 1931. “El Ministro que suscribe estima
necesario y urgente ensayar nuevos procedimientos de influencia educativa en el
pueblo acercándose a él” “Se trata de llevar a las gentes, con preferencia a
las que habitan en localidades rurales, el aliento del progreso y los medios de
participar en él, en sus estímulos morales y en los ejemplos del avance
universal, de modo que los pueblos todos de España, aún apartados, participen
en las ventajas y goces nobles reservados hoy a los centros urbanos”.
En relación con el fomento de la
cultura se establecieron bibliotecas
y se organizaron lecturas y conferencias
públicas, de sesiones de cinematógrafo
y musicales, de exposiciones
reducidas de obras de arte,..
Como presidente del Patronato se
designo a Manuel B. Cossio. Cossio denomino a la misiones como “una escuela ambulante que quiere ir de
pueblo en pueblo” “Esta escuela recreativa es para todos, chicos y grandes,
hombres y mujeres, principalmente para los grandes, para los que pasan la vida
en el trabajo, para los que nunca fueron a la escuela y para los que no han vuelto a ella desde niños; lo cual
constituye una grave injusticia, ya que los mozos y los viejos de las ciudades,
por modestos que sean, tienen ocasiones fáciles de seguir aprendiendo toda la
vida y también de divertirse”
Dentro de las acciones se llevaron
a cabo las siguientes:
-
El servicio
de bibliotecas, por lo que se establecieron bibliotecas fijas e
itinerantes. A la hora de escoger los títulos se buscaron aquellas obras de contenido más ameno.
-
Servicio
de música. El Patronato deja en los pueblos visitados por sus misioneros
gramófonos y discos seleccionados, de obras de grandes compositores como Bach,
Strauss, Albéniz y música regional que se encuentra más cerca del pueblo.
-
Servicio
de cinematográfico. Las misiones disponían de proyectores fácilmente
transportables y de equipos de acumuladores. Lógicamente, por su novedad era lo
que más atraía a la gente y mayores emociones despertaban.
-
Coro y
teatro del pueblo. Ya en una entrada anterior hable de la compañía La Barraca
que acercaba el teatro a los pueblos. Las misiones también lo realizaron,
llevando a los pueblos obras de Lope de Rueda, Calderón o Cervantes. Algunos de
los pueblos donde se representaron las obras fueron Seseña, Villamantilla,
Daganzo, Serranillos del Valle, Cebreros, Griñón, Fresnadillas, Titulcia,
Moraleja de Emedio,..
-
Museo
circulante. Puesto que era imposible acercar los originales, se realizaron
14 copias a tamaño aproximado al original de cuadros del Museo del Prado y de reproducciones
de grabados de Goya. La relación de cuadros es: Berruguete Auto de fe. Greco Resurrección,
Retrato de desconocido, Sánchez Coello El
príncipe Carlos. Ribera Jacob. Zurbarán
La visión de San Pedro. Velázquez Las hilanderas, La infanta Margarita, Santa
Isabel de Hungría. Goya Los
fusilamientos, La maja vestida, EL pelele. El objetivo era llevarlo, al
igual que el resto de actividades, a los pueblos mal apartados. Pero
lógicamente el transportar estas obras en aquella época no era tarea sencilla.
Por ello se instalaron en las cabezas de partido y villas, por lo que se expuso
en lugares como Barco de Avila, Riaza, Cifuentes, Cebreros,..
Como fuente principal para esta
entrada he tomado el número 1 del año 1933 de la revista “Residencia” publicada
por la Residencia de Estudiantes de Madrid.
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