Recientemente hemos tenido la
noticia de la paralización de la privatización de la sanidad pública en Madrid.
En una entrada anterior hablaba de los bienes públicos y preguntaba si la
sanidad es un bien público.
Basándonos en lo que la economía
cataloga como bien público, no lo sería, ya que puede excluirse de su uso a las
personas que no paguen por ella, podría haber más de un oferente,… pero muchos
consideramos la sanidad como algo que debe proveer el Estado.
Pero analicemos el desarrollo de
los derechos que se han ido adquiriendo por parte de los ciudadanos podemos
considerar 3 tipos que se han ido incorporando:
-
Las libertades civiles. Surgen con la revolución
Francesa en el estado Liberal. Defienden la esfera del individuo en la que los
poderes públicos no deben penetrar, por lo que reciben el nombre de libertades
negativas: se espera del estado su inhibición: libertad de expresión, de pensamiento,
de culto,…
-
La Revolución Francesa también traería las
libertades políticas, en las que se consideraba que el individuo como sujeto
político debía participar en el poder. Aquí incluiríamos entre otros la
posibilidad de elegir a los representantes del pueblo. Al principio hubo una
participación solo de unos pocos (sufragio censitario), llegando ya avanzado,
según el país, a un sufragio universal. Hoy en día es reclamado su ampliación,
considerando que no es suficiente con votar una vez cada cuatro años.
-
Ya en el siglo XX surgen los derechos sociales.
Hitos importantes fueron la Constitución Mejicana de Querétaro en 1917. El
Estado ya no solo debía inhibirse, sino que tendría que actuar, tener una
conducta positiva, para prestar un sistema de prestaciones que hagan posible un
mínimo de igualdad. Aquí incluiríamos la sanidad, la educación y las
prestaciones sociales.
En Europa habría
que citar 2 acontecimientos que serian importantes de cara al desarrollo del
Estado de Bienestar que hoy conocemos: La Revolución Rusa y su Declaración de
los Derechos del Pueblo Trabajador y Explotado (1918) y la Segunda Guerra
Mundial. A partir de estos hitos, los Estados consideraron que debían
participar en la economía y garantizar una igualdad y la provisión de servicios
a sus ciudadanos.
Posteriormente,
con las crisis del petróleo (1973) y el acceso al poder en Estados Unidos y
Gran Bretaña de dirigentes con claras ideas neoliberales, empezaron a ponerse
en cuestión la provisión pública de estos bienes.
El principio que
habría que considerar para apoyar la sanidad pública es la solidaridad entre
los ciudadanos. Con los impuestos de distinto tipo pagamos entre todos este
servicio. Con los impuestos directos, cada uno contribuye de acuerdo a sus
ingresos. A la hora de acceder a cualquier producto proporcionado por una
empresa privada, todos pagan lo mismo por un producto, independientemente de su
nivel de renta. En Sanidad, personas con ciertos niveles de renta, podrían no
tener acceso a ciertos tratamientos o intervenciones. Por ello se pide la
solidaridad de los que más tienen.
En Madrid se
argumentaba por parte de los dirigentes que no era una privatización, sino que
ese servicio sería prestado por empresas privadas. Se les pagaría una cantidad
anual y estarían obligadas a realizar el servicio igual que hasta ahora. Si
ganan dinero perfecto para ellas y si lo pierden tendrán que mejorar. Con este
planteamiento lo que se considera es que si el servicio se da por una empresa
pública no es eficiente ¿Por qué se asume que tiene que gestionarse privadamente?
Lo que habría que hacer es concienciarnos todos, tanto usuarios, trabajadores y
responsables, de realizar un consumo responsable. Con esto siempre me viene a
la memoria un caso concreto. Estaba un familiar mío ingresado y le tenían que
realizar una prueba, para la que necesitaba tomar una cucharada de un jarabe
unas horas antes. Le trajeron un jarabe entero sin abrir y le dijeron que a
cierta hora tomase una cucharada. Al terminar la prueba y pasado unas horas, le
dijeron que estaba bien y volvió a la habitación. Al acudir la enfermera la
dijimos que, puesto que ya no iba a tener que repetirse la prueba podía
llevarse el jarabe ya que estaba entero menos una cucharada. Nos respondió que
por seguridad no podía llevárselo y utilizarlo con otra persona. ¡Teníamos que
tirar todo el jarabe! ¿Ocurriría eso cada vez que se realiza una prueba similar?
Posiblemente esto en una empresa privada estaría más controlado, pero ¿Por qué
no puede estarlo en una pública? El objetivo debe ser conseguir un uso y
gestión eficiente de los servicios públicos manteniendo aquellos servicios y
coberturas que se han ido consiguiendo a lo largo de los años. No medir sus
resultados por términos empresariales, sino por el servicio que da a la
sociedad. Y asumir por nuestra parte que su acceso no es gratis, que depende de nuestros impuestos. Nos exigirán el pago de los mismos y nosotros debemos exigir su uso correcto.
Lógicamente aquí
hay distintos puntos de vista. Os invito a dejar los vuestros.
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