Empezamos un nuevo curso. Algunos
como estudiantes, otros como profesores, otros como trabajadores después de
unos días de vacaciones o simplemente poniéndonos nuevos retos u objetivos que
incluso algunas veces cumplimos y otras muchas nos lo volvemos a plantear tras
año nuevo.
Este curso empieza con una nueva
reforma educativa. Se ha hablado mucho y lo oímos en cualquier conversación
sobre este tema: si no hay un acuerdo global y cada cambio de gobierno lleva
una nueva reforma, es difícil mejorar nuestro sistema educativo. Pero si
quienes gobiernan y en teoría más deben saber no lo creen así, o bien algo
falla o son muy listos y algo se nos escapa al resto.
En Jotdown se publica una entrevista, como siempre muy extensa, al ministro de educación Jose Ignacio Wert. De la
parte en la que se trata el tema de la educación se habla principalmente de la
financiación. Se cita que en Francia, Alemania y países nórdicos hay pocas
tasas, todo financiado por la administración pública. Se considera que ya lo
pagará el alumno con futuros impuestos. Hay una alta carga impositiva y además
filtros selectivos para el acceso a la universidad y a los distintos estudios.
Al estudiante se le deja menos libertad para elegir lo que quiere estudiar.
Tiene que ser algo que le sirva para encontrar un trabajo lo suficientemente
bien retribuido para que devuelva a la sociedad el esfuerzo en él puesto.
Frente a ello considera el
ministro que “A veces se piensa que, por definición, un sistema de tasas más
elevadas es menos equitativo que uno de tasas más bajas o tasas inexistentes. Y
esto, realmente, no soporta un análisis un poco riguroso” Este punto me
gustaría que lo hubiera desarrollado más o que el entrevistador hubiera
incidido en el. Viene a decir que no es correcto que a los que más ganan y
pueden permitirse acceder a la universidad también se les abone los estudios
por parte del sector público mediante unas tasas bajas.
Desde mi punto de vista no es del
todo cierta esta argumentación. En primer lugar, la matrícula de la universidad
la pagamos con las tasas que abonamos a principio de curso más los impuestos. Y
quien más gana, más impuestos en teoría
paga. Además pueden existir otras medidas, como son las becas, que conviertan
la matrícula en un gasto distinto para cada alumno dependiendo de su nivel de
renta o situación familiar. Pero como dije, me hubiera gustado que se
desarrollase más esta argumentación del señor Wert para conocer cómo, con tasas
altas, se puede garantizar que el acceso a la universidad no dependa del
nivel económico de un alumno sino de su capacidad y esfuerzo.
Respecto a los resultados del
informe PISA indica que “nosotros no tenemos en la parte de abajo peores
resultados que la media. Donde tenemos un problema es en la proporción de
excelentes”. Como se ve en la primera
parte de la entrevista, nuestro ministro proviene profesionalmente del campo de
la estadística, habiendo presidido Demoscopia. Cierto es que en el actual
sistema, por recursos, tiempo, organización y formación del profesorado, no se
fomenta la mejora o incitación a un mayor esfuerzo de aquellos alumnos más
capaces. Posiblemente en la atención a la diversidad nos estamos esforzando más
en aquellos con algún tipo de déficit. Esto es imprescindible y hay que seguir
mejorando en ello. Pero también los que pueden presentar más facilidades para
el estudio necesitan que se les dedique tiempo
y esfuerzo.
Pero viendo los resultados en
general de los distintos informes, no creo que el problema sea debido a los
pocos alumnos excelentes que tenemos.
Os invito a leer la entrevista y
dejar vuestros comentarios respecto a ella. Además os deseo mucha suerte en
este nuevo curso, y que por el mes de junio no solo hayamos aprobado aquellos
que estudiamos o superado el reto que nos hayamos marcado, sino que nos
sintamos un poco mejores personas.
Para terminar os dejo con una
canción que me hace recordar aquellos días en que iba al cole.
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