La obra de Concepción Arenal podríamos estudiarla desde
distintos aspectos:
-
La enseñanza. Aunque no tenga aportaciones
específicamente educativas, en sus textos encontramos sugerencias formativas e
indicaciones sobre la importancia de la instrucción en los más desfavorecidos
para romper su situación.
-
La cuestión social. Sin duda, su trabajo como visitadora de presos influye en
su obra. Su mayor preocupación es la situación de la mujer, de los trabajadores
y de los marginados sociales.
-
La economía. Seguramente en pocos o ningún
manual de economía se cite su figura, pero en sus textos se observa su
preocupación y sus propuestas para solventarlo.
Concepción Arenal Ponte nace en
Ferrol en 1820. Es importante durante su vida la pérdida de sus seres queridos
a tempranas edades. Su padre fallece cuando ella tiene 9 años, una hija suya
fallece con 2 años de edad y a otro de sus hijos (tuvo 3) le ve fallecer en
vida, y con 37 años de edad ve morir a su marido.
La madre de Concepción Arenal
decide trasladar a la familia a Madrid en 1834 para que reciban una mejor
educación. Ella se inclina por el
Derecho acudiendo a la universidad en calidad de oyente, ya que hasta 1888 no
estaría permitido a las mujeres matricularse oficialmente en la universidad.
Además de asignaturas de Derecho, se cree que también pudiera acudir a clases
de Física y Matemáticas. En la Universidad Central de Madrid conoce a su marido
Fernando García Carrasco, con quien se casa ya con 28 años de edad y comienza a
trabajar junto a él como escritores. Como vemos, estos aspectos de su vida se
alejan de los que eran característicos de las mujeres del siglo XIX en España.
Una de sus primeras obras eran
sus Fábulas en verso (1851) elegidas como texto en la enseñanza primaria.
Un ejemplo:
EL SOBRIO Y EL GLOTÓN
Había en un lugarón
Dos hombres de mucha edad,
Uno de gran sobriedad
Y el otro gran comilón.
La mejor salud del mundo
Gozaba siempre el primero.
Estando de Enero a Enero
Débil y enteco el segundo.
«¿Por qué el tragón dijo un día
Comiendo yo mucho más
Tú mucho más gordo estás?
No lo comprendo a fe mía.»
«Es le replicó el frugal
Y muy presente lo ten,
Porque yo digiero bien,
Porque tú digieres mal.»
Haga de esto aplicación
El pedante presumido
Si porque mucho ha leído
Cree tener instrucción,
Y siempre que a juzgar fuere
La regla para sí tome:
No nutre lo que se come
Sino lo que se digiere.
Había en un lugarón
Dos hombres de mucha edad,
Uno de gran sobriedad
Y el otro gran comilón.
La mejor salud del mundo
Gozaba siempre el primero.
Estando de Enero a Enero
Débil y enteco el segundo.
«¿Por qué el tragón dijo un día
Comiendo yo mucho más
Tú mucho más gordo estás?
No lo comprendo a fe mía.»
«Es le replicó el frugal
Y muy presente lo ten,
Porque yo digiero bien,
Porque tú digieres mal.»
Haga de esto aplicación
El pedante presumido
Si porque mucho ha leído
Cree tener instrucción,
Y siempre que a juzgar fuere
La regla para sí tome:
No nutre lo que se come
Sino lo que se digiere.
Su en teoría primer artículo
periodístico en el diario liberal La Iberia es sobre Watt, inventor de la
máquina de vapor, que como ya vimos es de gran importancia en el origen de la
revolución industrial.
Tras fallecer su marido en 1857,
se traslada a Asturias y posteriormente a Galicia (primero a Potes donde funda
la rama femenina de la Conferencia de San Vicente de Paúl y luego a La Coruña).
Uno de sus primeros trabajos ya reflejo su interés por los más desfavorecidos: La Beneficencia, la Filantropía y la Caridad
(1860), donde se aborda el sistema de ayuda del Estado al necesitado (beneficencia)
y la caridad cristina. Con este trabajo por primera vez la Real Academia de
Ciencias Morales y Políticas premia a una mujer. Su trabajo como visitadora de
pobres y presos se refleja en otras obras como El visitador del pobre (1863) cárcel llamada Modelo, Estudios penitenciarios (1877). Mantendrá
amistad con una figura importante en la educación de finales del s. XIX como
fue Fernando Giner de los Ríos, lo que la permite acercarse a conferencias
impartidas en la Universidad Central de Madrid sobre la mujer a raíz de las
cuales aparecerían obras de Concepción Arenal como La mujer en casa (1881), Estado actual de la mujer (1884).
Su salud empeora, pero continúa
trabajando y publicando libros como Manual
del visitador del preso (1891) y la educación de la mujer (1893) antes de
que falleciera en Vigo en 1893.
Gracias a la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes podemos acudir a sus obras. Algunas citas donde ver reflejado parte de sus ideas:
-
La educación de la mujer (1892)
“Si alguna diferencia hubiere, no en calidad, sino en cantidad
de educación, debiera hacer más completa la de la mujer, porque la necesita
más. No entraremos aquí en la cuestión de si tiene inferioridades, pero es evidente que tiene desventajas naturales.
Es un error grave, y de los más
perjudiciales, inculcar a la mujer que su misión única es la de esposa y madre.
Lo primero que necesita la mujer es afirmar
su personalidad, independiente de su estado, y persuadirse de que, soltera,
casada o viuda, tiene deberes que cumplir, derechos que reclamar, dignidad que
no depende de nadie, un trabajo que realizar, e idea de que la vida es una cosa
seria, grave, y que si la toma como juego, ella será indefectiblemente juguete.
Convendría inculcar repetidamente la
obligación del trabajo, tarea perseverante, útil, reproductiva, y no frívolo
pasatiempo; del trabajo que dignifica, contribuye a la felicidad, consuela en
la desgracia y es un deber que, cumplido, facilita el cumplimiento de todos los
otros.”
-
La instrucción del
obrero (1891)
“La cuestión
social, como la llaman, y que, lejos de ser una, son muchas, es en gran
parte cuestión pedagógica, porque
para las colectividades, como para los individuos, en la manera de ser influye la manera de pensar, y en la de pensar, la de saber.
El ideal de algunas personas, seguramente no
bello, es que el trabajador manual no sepa más que trabajar con las manos.
Los obstáculos no se suprimen por ignorarlos,
pero el ignorante suele dar por suprimidos los que ignora.
Urge enseñar al obrero economía social.
Demostrando al obrero (y no creemos que ofrezca
dificultad intelectual) que su vida social es una serie de relaciones que
pueden ser en su provecho o en su daño, se le disuadiría del error, o por lo
menos entraría en la duda de que la cuestión social no es tan sencilla como le
dicen los que sólo le hablan de lo que debe cobrar, y no de lo que tiene que
pagar y de para qué lo paga”
-
La instrucción
del pueblo (1878)
“Los bienes del espíritu se multiplican a medida que son más los
que participan de ellos; los materiales tienen limitaciones que no puede
traspasar el más vehemente deseo. Una verdad es toda para todos; un elevado
sentimiento crece con el número de los que participan de él; las monedas de un
saco tocan a menos cuanto son más aquellos entre quienes se reparten.
Hoy, en España, ¿qué remedio puede emplearse contra los males que
nos afligen o nos amenazan? Ninguna dolencia social puede combatirse con un
remedio solo; pero si se nos pidiera que señaláramos uno nada más, aquel que
juzgásemos de mayor eficacia, responderíamos sin vacilar: LA INSTRUCCIÓN.
No vemos más medio para que el capital, el trabajo intelectual y
el manual se distribuyan los productos de una manera equitativa, que cultivar
la inteligencia del obrero; porque, dígase lo que se diga y hágase lo que se
llaga, mientras sea bruto le tratarán como tal; será explotado, y después de la
rebelión, como antes, y aun más que antes, tendrá hambre.”
Respecto
a la situación económica observa los resultados del inicio de la revolución
industrial: la transición de la sociedad agraria a la industrial y las condiciones
de vida de la gente. Su idea del sistema impositivo era que extinguiese la
miseria, no conseguir una distribución igualitaria de la renta.
Esto son solo unos pequeños apuntes de la obra de Concepción Arenal que
como hemos visto puede ser analizada desde muchos puntos distintos (educación,
asistencia social, economía,…). Por tanto, es una mujer digna de acercarse a su
obra.
En
la cuestión social, a pesar de su
apoyo a los más desfavorecidos no aboga por la igualdad de salarios:
“Si han de tener
los mismos doce reales diarios el peón que mueve la tierra para extraerla de un
túnel, el picapedrero que labra la piedra de un puente, y el ingeniero que
dirige ambas obras, aunque se prescindiera (que no se puede) de la injusticia y
el absurdo, con ese corto salario el ingeniero no podría adquirir los libros y
los instrumentos, sin los cuales es imposible la obra. Lo propio sucede al que
está al frente de la explotación de una mina, al que construye, monta y dirige
una poderosa maquinaria, y al piloto que conduce su nave al través de los
mares, y que se estrellaría indudablemente, o no llegaría nunca al puerto, si
sólo pudiera disponer de tres pesetas cada día. Pero con semejante salario,
distribuido con inflexible igualdad, ni ingeniero ni piloto son posibles,
porque, por regla general, que puede contar muy pocas excepciones, sus padres
ha tenido que emplear u capital para mantener al joven fuera de su casa, o aun
en ella, pagarle maestros, libros, instrumentos, etc. Todo hombre instruido,
cualquiera que sea la carrera que siga, supone un capital empleado en su
instrucción, capital mayor o menor, pero que excede siempre de las economías
que puede hacer una familia de cuatro personas cuyo haber es de doce reales
diarios.”
Introduce
el término pauperismo:” el grave mal que hemos de combatir es la miseria física y
moral; la miseria, que, cuando es permanente y generalizada en una clase
numerosa de un pueblo culto, se llama PAUPERISMO.”
Analiza la falta de trabajo, pero considera que no debe ser el
Estado el que lo proporcione. El mercado debe ser el que lo proporcione, pues
si no llevaría a la ruina del estado.
También realiza un análisis del capital, indicando que es
necesario y no arremetiendo contra el.
Fuentes:
Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Concepción Arenal. Biografía, por MªÁngeles Ayala Sracil
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